Estuvimos en Viña un Día: 2008, un festival donde (casi) todos quedaron contentos
Siguiendo nuestra serie de artículos donde recordamos los últimos 12 años del Festival de la Canción de Viña del Mar desde nuestra propia experiencia, en esta oportunidad nos enfocamos en Viña 2008, un certamen que tuvo como protagonistas principales a Earth, Wind & Fire, Journey y Peter Frampton.
Continuamos con la revisión de los últimos 12 años del Festival de la Canción de Viña del Mar a partir de nuestra propia experiencia. En la entrega anterior tratamos de escarbar entre nuestros recuerdos y registros de archivo relacionados con Viña 2007, la versión donde comenzó nuestra aventura. En esta oportunidad es el turno de Viña 2008, la versión número 49 del certamen.
A diferencia de años anteriores, no se realizaron números de variedades en esta versión, solo las oberturas y los números musicales. Tampoco se realizó la clásica elección del «Artista más popular».
Los clásicos nunca pasan de moda
Tomando en cuenta la buena recepción en los años anteriores, y como era de esperarse, los artistas anglo concitaron la atención del show. En esta oportunidad, Earth Wind & Fire, Journey, y Peter Frampton encabezaron el cartel festivalero.
En el caso de la banda oriunda de Chicago, la expectativa tuvo un tinte especial, toda vez que los acordes de su éxito de 1979 In The Stone forman parte de la banda sonora del certamen por ya 4 décadas. Con todo, la propia banda se vio sorprendida con ello, ya que precisamente fueron consultados al respecto en la conferencia previa a su presentación, frente a lo cual manifestaron que no sabían de ello antes de su arribo a la Ciudad Jardín.
Tras abrir con Boogie Wonderland y demostrando una gran calidad musical, Earth, Wind & Fire encantaron al Monstruo por más de una hora, a pesar de la tardía hora nocturna. Tras llevarse Antorcha de Plata, Antorcha de Oro y Gaviota de Plata, la banda cerró la primera jornada con That’s the way of the world.
En el caso de Journey, también tuvo su propia expectativa. No sólo por su repertorio musical, sino porque su nuevo vocalista, el filipino Arnel Pineda, hacía su estreno en sociedad como vocalista de la agrupación sobre el escenario de la Quinta Vergara. Y no defraudó, ya que para sorpresa de todos, el registro vocal de Pineda era, posiblemente, lo más cercano a su emblemático vocalista histórico, Steve Perry.
En lo referente al show mismo, los rockeros estadounidenses cantaron sus mejores éxitos durante una hora exacta de corrido. Después de una merecida ovación les fue entregada la «Antorcha de Plata», que continuó por parte de los estadounidenses interpretando Anyway You Want It, mientras el público pedía la «Antorcha de Oro», que llegó minutos después, seguida por la primera «Gaviota de Plata» de la segunda jornada.
Por su parte, Peter Frampton comenzó su presentación con la instrumental Off the hook, seguido por Signed, sealed, delivered (I’m yours), que generó leves aplausos del Monstruo. Después de comunicarse con un esforzado español, el cantante inglés logró la conexión con el público, siendo bien recepcionado a medida que realizaba su espectáculo. Haciendo homenaje con Black Hole Sun, de Soundgarden, y luego de presentar a su banda mientras interpretaba Do you feel like we do, Frampton logró la ovación del Monstruo, el que pidió la Antorcha de Plata para el artista. Al mismo tiempo, el público gritaba la Antorcha de Oro, que le fue otorgada a un Peter Frampton agradecido y sonriente. Como bis, interpretó While My Guitar Gently Weeps antes de retirarse del escenario; sin embargo, debió regresar para recibir la Gaviota de Plata como regalo del Monstruo. Después de cantar I don’t need no doctor, Frampton finalizó su presentación luego de más de una hora en el escenario.
En la variedad ¿está el gusto?
En lo referente a los números latinos, hubo realidades algo dispares. Mientras Miguel Bosé, Franco de Vita, Marco Antonio Solís, Vicentico, Chayanne, e incluso la canadiense Nelly Furtado complacieron a sus respectivos públicos a punta de un repertorio tan amplio como conocido.
Otro que también estuvo en el show internacional de ese año 2008 fue el argentino Coti, muy popular por esos días por el éxito que interpretó junto a Paulina Rubio y Julieta Venegas («Nada fue un error»). Pero, ¿uno o dos temas son suficiente repertorio como para pararse en el escenario más importante del país? Aparentemente, el hecho que el público fuera a ver en masa a Marco Antonio Solis (el cual ya había actuado previamente) le otorgó una falsa imagen de «respeto» por parte del «Monstruo» que, en otra situación, probablemente no se hubiera dado.
Los números nacionales brillaron por su propio peso: Sinergia, una de las bandas nacionales más populares y reconocidas en ese entonces, sacó toda la carne a la parrilla durante su actuación al cierre de la segunda jornada, y sencillamente no defraudó, haciéndose merecedor a todos los galardones esa noche.
La llamada «Cumbre Tropical» también fue otro de los platos fuertes de ese año. Una mezcla perfecta entre los clásicos de siempre y la llamada «nueva cumbia chilena» se hizo presente en la Ciudad Jardin de la mano de Giolito y su Combo, Juana Fe y la Sonora Baron, quienes transformaron el escenario en una verdadera fiesta a la cual el «Monstruo» sencillamente se rindió.
Tampoco podía faltar alguien que conoce muy bien al público de la Quinta Vergara: Buddy Richard. De la mano de un repertorio más que probado, al intérprete de éxitos como Tu cariño se me va no le fue muy difícil conquistar a la gente que se había apostado en la sexta y última jornada. Una actuación impecable que lo hizo más que merecedor de todos los premios, Gaviota de Plata incluida.
No obstante, el caso de Six Pack y Amango (las bandas juveniles creadas al alero de TVN y Canal 13, respectivamente) pusieron una vez más sobre el tapete la eterna discusión respecto al perfil de los artistas que deben estar en el escenario de la Quinta Vergara versus los intereses (legítimos o no) de los canales de turno a cargo de la televisación del Festival.
El difícil arte de hacer reír
Por alguna razón, sea expectativa o sea morbo o lo que sea, el humor siempre concita la atención del público presente tanto en la Quinta Vergara como frente a la pantalla del televisor. Y aunque en el papel los números humorísticos de Viña 2008 eran apuestas seguras, lo cierto es que el «Monstruo» es tan impredecible por naturaleza que a veces lo que es lógico al final no lo es tanto.
Por un lado, Stefan Kramer echó mano a cuanta imitación tuvo a su alcance de una manera tal, que era imposible no entregarle la Gaviota de Plata. Una rutina muy bien preparada que no dejó lugar a la improvisación, unido a una puesta en escena sencilla pero efectiva. A veces dicen que menos es más.
Por contraparte, el Profesor Salomón y Tutu-Tutu (encarnados por Kurt Carrera y Pablo Zamora) lograron una tibia recepción del público en los primeros minutos de su presentación que no se condecía con el éxito que tenían en el programa Morandé con Compañía de Mega; sin embargo, después de los primeros 10 minutos se escucharon leves pifias, las cuales fueron en aumento mientras las pocas risas decaían rápidamente. 28 minutos alcanzó a durar el show, y aunque personalmente he escuchado pifias mucho más fuertes en la Quinta Vergara, para lo cruel que puede llegar a ser, el «Monstruo» fue bastante generoso con la duración de la presentación.
El «perreo» aún más intenso
Si el año anterior fue el propio Daddy Yankee el encargado de abrirle la puerta al reggaeton en Viña, en esta oportunidad la apuesta subió al doble, y fueron los puertorriqueños Calle 13 y Wisin & Yandel los que pusieron a perrear al público de la Quinta, en ambos casos cerrando sus respectivas jornadas, por lo que estaba más que claro que sólo los fans más acérrimos se quedarían hasta el final para ver el show.