LONDRES.- Se jacta de tener sexo, de seguir moviendo las caderas a la edad de un jubilado y de estar casado con una mujer menor que su propia hija. Aunque en muchos casos pudiera sonar vergonzoso, nadie reprocha al cantante de rock británico Rod Stewart que después de cinco décadas sobre el escenario siga cuidando su imagen de «sex symbol».
La popularidad del artista de inconfundible voz rota y pelo alborotado se mantiene incólume, éxitos como «Sailing», «Da Ya Think I’m Sexy» o «Baby Jane» se convirtieron en clásicos de la música pop. A nivel mundial ha vendido más de cien millones de discos. Hoy Rod Stewart cumple 65 años.
Los rockeros las prefieren rubias
En realidad el joven Rod quería ser futbolista profesional. Sin embargo, el fanático seguidor del Celtic Glasgow y la selección escocesa no ingresó al mundo futbolístico. Aparentemente tenía talento, pero no disciplina. «La vida de un músico es mucho más fácil, puedo emborracharme y escribir música a la vez, en el fútbol no se puede hacer eso», dijo en cierta ocasión.
Y confiesa con sinceridad que muchas de sus ideas para canciones, sin importar que fueran pop, rock o disco, surgieron durante una regada visita de pub. A Stewart también le encantan las mujeres, a las cuales siempre prefiere del mismo tipo. Deben ser rubias. Y actrices o modelos.
Cinco chicas: tendría que haber sido un Stone
Desde su juventud aparentemente nunca le faltaron seguidores. «Me encantaba tener mucho sexo. No pude aprovechar todas las ofertas», se vanaglorió una vez en una entrevista. Y cuando le preguntan sobre el secreto de su aparente juventud, responde casi siempre que se mantiene vigoroso con fútbol y sexo. Debido a su predilección por las rubias, un diario lo bautizó «rubiogamista en serie». El cantante se casó tres veces. Su último matrimonio fue con la modelo Penny Lancaster, que es 26 años menor que él.
Stewart tiene siete hijos de cinco mujeres diferentes. En cambio, su afición a los trenes en miniatura cuadra menos con su imagen. Rod Stewart también tiene seguidores en la casa real inglesa. Por su éxito en la música la reina Isabel II lo consagró comandante del Imperio Británico, e incluso cantó en el cumpleaños número 60 del príncipe Carlos.
Sus actuaciones en fiestas privadas suelen ser más divertidas que sus conciertos. Antiguamente solía vestirse de satén o piel de leopardo para cantar, hoy tira balones de fútbol al público y entusiasma a las mujeres con sus movimientos de caderas, mientras otros fans imitan su peinado. Aparentemente, el vanidoso cantante gasta una fortuna en cuidar su cabello. En una entrevista dijo: «Mi pelo es un desastre. Haga lo que haga, mi melena siempre se destaca».
A pesar de su riqueza y éxito, el cantante suele recordar sus orígenes, más bien modestos. Roderick David Stewart, su nombre real, fue el menor de cinco hijos. Con 15 años dejó el colegio y se ganó su primer dinero repartiendo periódicos y como sepulturero.
Fuente: Emol.com
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